lunes, 5 de septiembre de 2011

Definición de Estado Fallido:

No hay una clara definición universal de lo que es un Estado fallido.

Se puede decir que un estado tiene "éxito" si, en los términos de Max Weber, mantiene el monopolio del uso legítimo de la fuerza dentro de sus fronteras. Cuando no se da esta condición (por ejemplo cuando dominan el panorama los señores de la guerra, los grupos paramilitares, o se presentan sistemáticas acciones terroristas), la existencia misma del Estado resulta dudosa, y se considera que es fallido.
Sin embargo, existen serias dificultades a la hora de determinar cuando un gobierno es fallido, pues no existe por ejemplo, unanimidad sobre lo que sea el "monopolio del uso legítimo de la fuerza", comenzando por las complejas cuestiones subyacentes a la definición de "legítimo".

El término también se emplea para referirse a un Estado que no es efectivo, y no es capaz, de aplicar sus leyes de manera uniforme, registrando por ende, altas tasas o registros de criminalidad, corrupción política, mercado informal, burocracia, ineficiencia judicial, interferencia militar en la política, o poderes civiles no estatales, con presupuesto y poder político, muy superiores al del Gobierno.
Sin embargo, algunos analistas de renombre, consideran que el concepto no tiene "una definición coherente", es manipulable políticamente, presenta graves defectos metodológicos, y no permite realizar, efectivos aportes de conocimiento, presentándolo por ende, como un 'concepto fallido'.(found for peace, 2008)
Con el fin de hacer más precisa la definición se han propuesto los siguientes parámetros:

• Pérdida de control físico del territorio, o del monopolio en el uso legítimo de la fuerza.
• Erosión de la autoridad legítima en la toma de decisiones.
• Incapacidad para suministrar servicios básicos.
• Incapacidad para interactuar con otros Estados, como miembro pleno de la comunidad internacional.

Por lo general, un Estado fallido se caracteriza por un fracaso social, político y económico, caracterizándose por tener un gobierno tan débil o ineficaz, que tiene poco control sobre vastas regiones de su territorio, no provee ni puede proveer servicios básicos, presenta altos niveles de corrupción y de criminalidad, refugiados y desplazados, así como una marcada degradación económica. Sin embargo, el grado de control gubernamental que se necesita, para que un Estado no se considere como fallido, presenta fuertes variaciones. Más notable aun, el concepto mismo de Estado fallido es controvertido, sobre todo cuando se emplea mediante un argumento de autoridad, y puede tener notables repercusiones geopolíticas.

En un sentido amplio, el término se usa para describir un Estado que se ha hecho ineficaz, teniendo sólo un control nominal sobre su territorio en el sentido de no tener grupos armados desafiando directamente la autoridad del Estado, no poder hacer cumplir sus leyes debido a las altas tasas de criminalidad, a la corrupción extrema, a un extenso mercado informal, burocracia impenetrable, ineficacia judicial, interferencia militar en la política.

El centro de estudio estadounidense Fund for Peace (Fondo por la Paz)

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